Aprovecho mi entrada nº 303 para hablaros de otro 3, en este caso el de Toy Story. Este año se estrenó la tercera y última entrega de la saga. Después de 15 años del estreno de la primera, que vi en el cine con unos 6 años. Yo de antes creía que los muñecos cobraban vida por la noche, y siempre sacaba los peluches más grandes de la habitación por si me hacían algo mientras dormía. Desde entonces trataba mejor que nunca a mis muñecos. Están impecables los que guardo todavía.
Unos 4 años después, estrenaron la 2ª parte. Dicen que segundas partes nunca son buenas, pero estamos hablando de Toy Story... no puede ser malo. Sí es cierto que la primera me pareció mejor, pero gustó igualmente. Ya era más mayorcita y si trataba bien a mis juguetes no era por miedo a que se vengaran de mi, sino porque era una niña ordenada. Demasiado.
Unos 4 años después, estrenaron la 2ª parte. Dicen que segundas partes nunca son buenas, pero estamos hablando de Toy Story... no puede ser malo. Sí es cierto que la primera me pareció mejor, pero gustó igualmente. Ya era más mayorcita y si trataba bien a mis juguetes no era por miedo a que se vengaran de mi, sino porque era una niña ordenada. Demasiado.
Nuevos personajes, algunos que caen bien y otros no. Jessie nunca me gustó, pero lo compensa lo jodidamente adorable que es Perdigón.
Vi las películas un par de veces cada una, pero cuando era más bien una niña... no se me ocurrió volver a verlas una vez siendo "adulta y madura" para entender bien el mensaje de la película. Porque cuando eres pequeño, lo que te hace gracia es la animación la historia en general, los personajes y esas cosas. Pero los mayores disfrutaron tanto o más que nosotros si la vieron. Pues antes de ver la tercera entrega quise ver las anteriores. Se aprende tanto con estas películas... Dios bendiga a Pixar y no tengo nada más que decir.
Fuimos al cine Aída, Pal y yo. Fue un día de lo más intenso: la taquillera del cine nos vendió mal la hora de la entrada y lo cambió a boli. Los dependientes del rodilla nos ignoraban. Una señora cuarentona que se conservaba mejor que nosotras, era gogó y tenía un perro adorable. Tres borrachos a darnos la plasta, que uno de ellos se cayó en la fuente de Plaza de España. Y para finalizar, una drogadicta que nos estuvo contando su vida sexual. Así, dicho todo resumidamente porque todo esto da para otra entrada de blog. Mu rico.
En el cine eramos pocas personas. Había gente adulta y niños también... pero las que más nos hicimos notar fuimos nosotras. Esta película estaba hecha para nuestra generación. Las que más nos reímos y las que más lloramos. Aída hacía todo esto a destiempo. Cuando no tocaba llorar ella lo hacía y a mi me entraba la risa. Todos sabemos que ella es especial, y por eso la queremos tanto.
Respecto a la película, PERFECTA. Para mi, la mejor de las tres... porque tenía de todo, comedia, acción, drama... me hizo llorar, a mi ¿yo llorando por una película? ¡JAMÁS! Pues lo consiguió Toy Story 3. No soy de llorar en películas porque en una hora y pico no me da tiempo a empatizar con los personajes, pero en este caso... después de dos películas en plena infancia, les he cogido mucho cariño. Me reí como nunca con el señor patata/tortita/pepino y me pareció un puntazo el Buzz gitanillo. Los nuevos personajes muy acertados que le dieron mucha dinámica a la película. Han sabido muy bien sacarle el jugo a todos, y tengo que decir que Ken lo bate. La saga no podía acabar de mejor forma y transmitiéndonos un mensaje tan bonito como el de la amistad, el compartir, el ser un equipo, el de las buenas intenciones, los sueños, las ilusiones...
