Y
otra vez en la facultad, maldita sea. Esta vez no tuve problemas con la
matrícula ni tuve que ir a secretaría a verles la cara de mierda así que fue un
comienzo tranquilo. Tengo un horario de mierda. Después de dos años
en el paraíso del turno de tarde, vuelvo al de mañana... bueno, tampoco echaré
mucho de menos lo que tenía porque también tengo turno de tarde. Tengo turno de
mañana y tarde. Tengo clase por la mañana y por la tarde. Sí, lo he
repetido muchas veces... es para que os quede claro lo mierda que es. Me quedo
a comer casi todos los días a la facultad. Y tengo siete asignaturas el
primer cuatrimestre. Puta mierda. No conozco a nadie de mi clase, soy
la única que se ha cogido el itinerario de psicología de la educación y nadie
de mi grupo de amigas está conmigo. Pero nadie, ni nadie que conozca de
antes... (bueno, un par de personas pero con las que no he tenido contacto más
allá de verlas en clase otros años).
Al
menos comparto una asignatura con Andrea, otra de las marginadas del grupo que
está sola en psicología social. Nos sentamos juntas y nos reímos de la
profesora que... menudo cuadro. Está muy mayor y desbordada de trabajo, en
cualquier momento va a
brotar
y vamos a tener una desgracia. Es que tenéis que verla, qué señora.
Afortunadamente estará con nosotros sólo hasta principios de diciembre, porque
nos da una parte de la asignatura, la parte de "Intervención y tratamiento
en psicología social y educativa" luego vendrán a darnos la parte de "trabajo".
Sí, tenemos dos profesores para una asignatura, pero calla... que en
"Intervención y tratamiento neuropiscológico y psicofarmacológico" tenemos
tres profesores para la parte de neuropsicología, y una para la parte de
psicofarmacología. No sé cómo mierda lo organizan.
De
profesores no tengo más quejas, en "Intervención y tratamiento en
psicología clínica" tenemos un profesor que a mi me ha gustado bastante.
En la presentación, por su forma de hablar de la psicología me hizo sospechar
que podría tener una visión más psicodinámica y en cuanto acabó, me fui
corriendo a la sala de ordenadores a buscarle en google. Efectivamente,
es psicoanalista. No sabéis qué respiro, y para mi qué placer poder
encontrar en la facultad a un profesor que no sea cognitivo-conductual y que
nos enseñe otras perspectivas. Le tengo ganas a la asignatura.
En
la asignatura de la especialidad, la profesora es un amor y me encanta su forma
de dar clase, es algo muy dinámico y muy participativo. Reconozco que al
principio me daba pereza que nos preguntase tanto, pero ya no me importa
intervenir y dar mi opinión. Me siento a gusto en clase, somos 20
personas diría yo. Es que en mi facultad se sacaron de la chorra que
cada itinerario debía tener como máximo 40 alumnos, en clínica habría 120 y que
el primero que se matriculase (va por apellido) tendría plaza. Yo he
tenido suerte de poder entrar donde quería, pero muchos no pueden decir lo
mismo y no han seguido este año o no se han metido a ningún itinerario, o han
cogido sólo las comunes, o muchos simplemente no se han podido pagar la
matrícula.
La
subida de tasas... en fin, que se han columpiado lo que han querido. Menuda
mierda. Este debería ser mi último año de carrera, pero no lo va a ser porque
he tenido que dejar fuera créditos que no podía pagar. Los 12 del prácticum y
los 6 del trabajo de fin de grado (tengo que pagar para hacer un trabajo nada
más ¿sabes? ) serán para el año que viene. Dentro de la mierda que supone esto,
podría ser peor. Yo pienso que este es mi último año, lo será en la facultad
dando clases. El año que viene no tendré que pisar la facultad excepto
cuando tenga que hacer gestiones. Eso me anima bastante. Bueno, no me anima
porque nada puede animar que me haya visto obligada a atrasar mi final de
carrera, pero así es mejor.
Lo
que estoy sufriendo por un título de mierda. Por un papel... tarde o temprano
lo tendré, aunque yo ya me siento psicóloga. Lo soy. Y muchos que han
acabado la carrera no lo son ni lo serán porque no valen. Lo he visto.
Y me cabrea, pero ya les irá mal a esa gente porque no saben hacer su
trabajo, no tienen sensibilidad y no saben tratar con personas.
No
sé cómo acabar, pero lo tengo que hacer ya. Podéis contar las veces que he
escrito "mierda".
No hay comentarios:
Publicar un comentario