14 nov 2011

Día 2. La danza de la lluvia

*En capítulos anteriores...
Mónica invade el espacio de Martin
Compra en el Albert Heijn
Maquillaje y fiesta de Halloween
Vuelta a la residencia con la bici maldita
Incidente con dos jóvenes holandeses


Nos despertamos a la mañana siguiente, relativamente pronto. Bastante cansados, y yo soy muy muy perezosa y me cuesta horrores salir rápido de la cama (colchón más bien) pero Moni enseguida se levantó a traernos el desayuno, la bonica. Leche y galletas de vainilla, que triunfaron mucho en el viaje. Y cookies mu ricas también.
Nos vestimos y hacemos un poco el gañan por la resi, haciéndonos fotos, por supuesto. Y una de ellas fue la más desconcertante de mi vida. Nos sentamos los tres en un sofá y dijimos que íbamos a mirar al mismo objeto. Pero en la foto parecía que cada uno estaba mirando a otro lado diferente (y juramos que no, que miramos al ser sin forma definida que ya os enseñaré). Digna de enviar a Íker Jiménez. Ah, también nos hicimos fotos en el baño, sigo sin saber muy bien por qué... Creo que fue el argentino (que estaba to buenaco) el que entró en ese momento y debió pensar que somos unas paletas (tampoco iría desencaminado)

Salimos de la resi y ya empezamos a ver lo que es realmente el otoño. Qué preciosidad de paisajes, y es que en plena calle puedes observar lo bonita que es la naturaleza. Árboles repletos de hojas de todos los colores, rojo, naranja, amarillo.... de todas las tonalidades. Es algo que no había visto nunca. Aquí en Madrid, antes de que se coloreen las hojas ya están en el suelo, y no puedes ver los contrastes. 
Nos dirigimos a la universidad de Mario. Estaba cerrada, pero desde fuera ya puedes ver lo avanzados que están en todo. Y pensar en lo atrasados que estamos nosotros. Y la Complutense ni os cuento. Además nos estuvo contando Mario que sus pizarras se sacan del suelo, que son electrónicas, que lo que escribe el profesor en ellas luego se sube al campus virtual.... vamos, lo mismico que en nuestra Facultad (IRONÍA). Entramos en la biblioteca, y nos quedamos con los ojos como a un conejo cuando le dan las "largas". Qué silencio, qué iluminado, qué limpio, qué moderno, qué ordenadores (con dos pantallas para trabajar en equipo) con ascensor... Tocamos todo lo que pudimos, nos sentamos, cogimos libros... Dios mío, de veras que el alemán "suena como si estuvieras vomitando cemento". Incluso en las paredes había frases de gente importante.

Maravilladas con semejante edificio, nos fuimos al bosque que tienen al lado. Llorar, es que es querer llorar de lo bonito que era. Qué paz, qué senderos, colores, sensaciones... Pero lo mejor fue la conversación que tuvimos. Creo que fue perfecta esa escena. Es un auténtico placer hablar con ellos y contar con su apoyo.No sé, no es algo que pueda explicar... así que me quedo ese recuerdo para mi. Gracias chicos.
Hice unas fotos preciosas, y nos hicimos fotos nosotros también. Yo no sé si era la compañía, el sitio o qué... pero estaba jodidamente bella. Me encanto en las fotos, eso es así.

Después volvimos a la residencia para comer. Es que hasta hacía buen día... todo nos acompañaba. Hicimos (como no) espaguetis, con su salsa de tomate y trozos de salchicha. Había hambre, y después de comer... hablar, y hablar, y seguimos hablando ¡HASTA QUE SE HIZO DE NOCHE! Reconozco que me hubiese gustado ver el centro de Tilburg de día, pero no cambio ese rato por nada. Os juro que me quité una carga del pecho con esa conversación. Es que hasta respiraba mejor.No sabéis lo bien que me sentó el viaje y ver a Mario. Y que mi acompañante fuese Moni, lo superaba todo ya.

Estando en la habitación, tuvimos desvaríos varios. Mario por ejemplo, nos preguntó si iríamos a "su boda nudista". Así, sin más... cosas que se le ocurren a uno. Entonces empezamos a visualizar la típica playa paradisíaca, con un montón de invitados desnudos e indígenas haciendo LA DANZA DE LA LLUVIA. Aquí la cosa se nos fue de las manos y Mario creó realmente el baile de la lluvia. No os lo puedo describir. Pa verlo, desde luego. No me pude reír más... está fatal de lo suyo el hombre, pero nosotras no nos quedamos atrás y bailamos con él. Hay vídeo y todo (sé que contado pierde, pero fue el momentazo del día)

Al final conseguimos salir de la residencia y decidimos ir andando al centro. Mi cámara se quedó sin pilas así que Mario me dejó su camaraca réflex para que lo gozase y diese rienda suelta a mi talento. Tuvo su parte buena, que hice fotacas y disfruté muchísimo, pero por otro lado me marginaban. Es cierto que soy una pesada, lo sé... y soy peor que un chino y hago fotos a todo... por lo que me quedaba atrás y SOLA. Luego se lo comenté a ellos, pero a la vuelta hicieron lo mismo. DEJARME SOLA con mis fotos (pullitas que meto así de gratis, jajaja).

Fuimos a un coffeshop . El portero era cubano y nos saludó en español. Subimos a la planta de arriba y yo estaba que me cabía una sandía por el ojete de lo bonito que era y la luz que había. Fotacas aseguradas (y así fue). Moni y yo nos pedimos un batido de limón, que era como un yogur que sabía a mousse de limón. Más o menos así, el caso es que estaba MU RICO. El camarero era un poco rancio, eso sí. Pues nada, ya sabéis lo que se hace en un coffeshop, tal y  cual. Tuvimos conversaciones muy profundas, hablamos de Dios, de la creación del universo, del cambio climático... No recuerdo ahora exactamente la palabra que empleábamos siempre, pero recuerdo perfectamente el gesto de las manos indicando como que había una implosión. Bueno, no entenderéis una mierda pero Moni y Mario seguro que se ríen al recordarlo.

No recuerdo si cenamos, o lo que cenamos... pero el caso es que estuvimos dando vueltas y nos encontramos con un español. Un catalán que llevaba no se cuánto tiempo viviendo en Tilburg y que según él, no había visto a un español en tres años. Os podéis imaginar la emoción y el entusiasmo que nos mostró DURANTE TODO EL CAMINO. Empezó siendo la típica conversación de "cómo os llamáis, qué estudiáis, cuánto tiempo lleváis aquí..." y terminó siendo un "Españoles por el mundo" protagonizado por él. Resulta que la residencia estaba de camino a su casa, así que nos acompañó. Nos acompañaron él y su bicicleta. Su bicicleta ocupaba un espacio vital en la acera, así que yo me quedé atrás. Yo y mis fotos. Qué pesssssssado era. No paraba de hablar, y de hacer promoción de Tilburg "¿Habéis visto tal? ¿Habéis visto cual?" A Mario le vino bien, porque no conocía la mitad de lo que le contó... pero era un poco cansino. Encima, cuando decido hablar me interrumpe para contar no se qué mierda de no se qué edificio. No recuerdo cómo se llamaba, le bautizamos como el "frikiespañol". ¡Ah! Y algo que recuerdo de la conversación es que dijo que el neerlandés era un idioma muy dulce. ¿MUY DULCE? Por Dios, si incluso en una niña pequeña y adorable cuando lo habla parece invocar al demonio. El tío le dio su email a Mario para que contactase con él cuando quisiese hacer excursiones, incluso en su coche. Yo le dije a Mario que ni se le ocurriese subir con él.

Y nada, subimos los 6 pisos, yo me duché porque al día siguiente no me quería levantarme más pronto todavía porque ¡iríamos a Amsterdam! y estuvimos hablando hasta que nuestros ojos decidieron cerrarse. Los de Mario fueron los primeros. A todo esto, justo ese día cambiaban la hora, y nos costó saber de cuando a cuando. Lo jodido iba a ser despertarse a la hora adecuada al día siguiente porque habíamos quedado a las 11 creo en la estación Central. Ya os contaré que pasó


 Ser sin forma definida


 Calle de Tilburg 


 Universidad


Muchas bicis


 "Historia de la economía" (lo que tiene en la mano es el sello de la discoteca)


 Por favor, fijaros en las sillas


Otoño


 Pareja en el bosque


Coffeshop


*En el próximo capítulo...
Despertares
En busca de cambio
Moni haciendo amigas de 60 años
Trasbordo en 's- Hertongenbosch
Llegada a Amsterdam


4 comentarios:

  1. JAJAJAJAJ!!!

    Q grande todo, y las fotos:P

    No te dejamos sola!! (al menos ala vuelta). Era la culpa del pesaino este..q x cirto luego resulto ser un psicotico de holanda jaja, de exo tngo una amiga spañola ala cual abia visto (y nos dcia q a ningun spañol n 3 años) y mintiendola mazo sobre ver estoy y lo otro.. ya t cntare!

    jooo..miss U

    marie!

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  2. carlos ya sabes quien3 de diciembre de 2011, 18:06

    Por fín la segunda entrega de tu viaje! aunque bueno, más o menos ya me contaste todo, que ganas tengo de que escribas las partes en las que fuiste a amsterdam y estuviste conmigo! Hay una frase en la que dices que el alemán suena como vomitar cemento ajajajajajajaja no sé si te refieres al holandés, que en holanda se habla holandés o neerlandés como dices más abajo.
    A propósito, ya le gustaría a la complutense ser lo que cagan las universidades de aquí, por lo menos las de ciencias jajajajajajaja

    un beso

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  3. Jajajaja me ha encantado esta segunda parte. Fijate que ni estaba, y solo te conozco a ti y me he reido con la danza de la lluvia como el que mas, solo imaginandote a ti.

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  4. ¡Mario! Ya sabía yo que no era trigo limpio... jajajajaja. Ardo en deseos de conocer esa historia XD

    Lo que digo del alemán, es por el libro que aparece en la foto, que está en alemán... sé que se habla neerlandés, jajajaja.
    Ya me acerco a nuestra parte! Estoy deseando contar aquella cena viendo el telediario XD

    Querido anónimo ¿eres Carlitos? Pon el nombre o algo identificativo! XD

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