13 mar 2013

Procrastinación

Hoy no he ido a clase. El cansancio físico me supera, y el mental también aunque no lo parezca. Tengo que pensar, planear, organizar, hacer... TANTAS COSAS que no hago nada. Me duele horrores la cabeza siempre, en la zona del lóbulo frontal que precisamente se encarga de las funciones ejecutivas ¿Casualidad? No lo creo. ¿Azúcar? No gracias.

Sobre las 15:00 hice una listita con cuatro cosas que debía hacer hoy. Son las 21:00 y acabo de hacer la primera, que es mandar un email. En mi defensa diré que era un email... complicado. Y aquí estoy, sintiéndome la mierda por no haber hecho nada más en todo el día. Lo "bueno" es que ahora sé lo que me pasa. Siempre digo que es un gran paso ser consciente de un problema, para poder superarlo... pero aún así cuesta mucho, muchísimo. Al menos encontrarle una explicación me calma un poco (o no). Y ¿qué es lo que me pasa? Pues que soy una procrastinadora. Y eso lo sé gracias a mi querido L. que me abrió los ojos con este artículo que recomiendo que leáis.




Procrastinación:

La procrastinación (del latínpro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición, es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.
[...]
La procrastinación como síndrome que evade responsabilizarse posponiendo tareas a realizar puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido. La costumbre de posponer, si bien no se ha demostrado cabalmente, puede generar dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en Internet, leer libros, salir de compras, comer compulsivamente o dejarse absorber en exceso por la rutina laboral, entre otras, como pretexto para evadir alguna responsabilidad, acción o decisión.
Este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la baja autoestima. El perfeccionismo extremo o el miedo al fracaso también son factores para posponer, como por ejemplo al no atender una llamada o una cita donde se espera llegar a una decisión.



 He estado buscando más información en español, y he encontrado que justo esta semana, Carlos Arroyo está escribiendo una serie de artículos sobre la procrastinación en el blog de El País en una sección llamada "Ayuda al estudiante". Mañana se cierra el ciclo con 10 pautas para evitar la procrastinación ¡BIEEEEEEN! (Sí claro)
He leído los artículos pero no me identifico en absoluto. Para empezar, contradice mi primer párrafo; si soy procrastinadora y se impone mi sistema límbico ¿por qué me duele la parte prefrontal que es la que armoniza racionalmente nuestras decisiones? Habla de la gratificación de hacerlo en el último momento (PARA NADA) de que es propio de gente impulsiva (PARA NADA), poco previsora (PARA NADA) de que nos excusamos (PARA NADA, no son excusas, es una justificación a ese comportamiento), que sobrevalorizamos la calidad de nuestro trabajo (PARA NADA), exageramos la magnitud de las tareas (PARA NADA) y etc.

Respeto totalmente al señor Arroyo, pero creo que no le ha dado un buen enfoque. Podemos dar esa impresión pero cuando uno lo sufre desde dentro, escribe un artículo tan certero como el que os puse al principio, este. Ha sido un alivio ponerle nombre, entender qué sucede, saber que le ocurre a más gente, quitarme la etiqueta de vaga que me ha puesto mi familia... y por otro lado ha sido doloroso darse cuenta de ciertas cosas. Quería hablaros de mi caso personal, pero es que me he sentido tan identificada con alguno párrafos, que no podría expresarlo mejor:

"I avoid taking on the real important stuff. I create work of secondary importance so that I never have to confront the really worthwhile things."
"The important stuff doesn’t get done, at least not before my procrastinatory tendencies have created an obvious, impending consequence of not doing it, like incurring a fine, really letting someone down, or getting fired." 
"I have lived with this sort of “productivity lag” most of my life, but it only recently hit me that it’s not just run-of-the-mill human busyness. Some alarming patterns have emerged in the past few months. I’ve been feeling chronic stress for the first time in years. I have been waking up angry on a fairly regular basis, and that’s not okay." 
"For what I’m capable of, I have been a resoundingly unproductive person. Almost every Sunday night I mourn another blown opportunity to catch up, and throughout every week I am leaning towards the next weekend. The weeks fly by, and if weeks are flying by, so are months. How we spend our days is how we spend our lives, and I’ve had enough of this."
 "It turns out procrastination is not typically a function of laziness, apathy or work ethic as it is often regarded to be. It’s a neurotic self-defense behavior that develops to protect a person’s sense of self-worth." 
"You see, procrastinators tend to be people who have, for whatever reason, developed to perceive an unusually strong association between their performance and their value as a person. This makes failure or criticism disproportionately painful, which leads naturally to hesitancy when it comes to the prospect of doing anything that reflects their ability — which is pretty much everything." 
"Particularly prone to serious procrastination problems are children who grew up with unusually high expectations placed on them. Their older siblings may have been high achievers, leaving big shoes to fill, or their parents may have had neurotic and inhuman expectations of their own, or else they exhibited exceptional talents early on, and thereafter “average” performances were met with concern and suspicion from parents and teachers."
"For a procrastinator of my kind, perfection (or something negligibly close to it) thereby becomes the only result that allows one to be comfortable with himself. A procrastinator becomes disproportionately motivated by the pain of failure. So when you consider taking anything on, the promise of praise or benefit from doing something right are overshadowed by the (disproportionately greater) threat of getting something wrong. Growing up under such high expectations, people learn to associate imperfection or criticism with outright failure, and failure with personal inadequacy."

Al poneros esto me siento un poco desnuda ante vosotros, pero quiero compartir esos sentimientos. Y quiero contarlo para que otra gente también pueda entender qué le ocurre. Yo siempre he sido así, pero este año han llegado los verdaderos problemas. Era un hábito comportarme así, y al final obtenía resultados... pero eso ya no me sirve y tengo tanto miedo de hacerlo mal, que no lo hago. Hablo, como no, de la universidad. Al menos sólo se da en ese ámbito, porque me siento muy diferente respecto a las prácticas y lo que hago en el centro con los niños. Ahí me siento bien, y siento que valgo y soy buena. Cuando digo que me da la vida, lo digo de verdad… me está dando confianza y me está haciendo ver que soy capaz. Espero que esto se extrapole al ámbito académico ya que tengo muchos trabajos que entregar en junio y septiembre y no me veo con fuerzas. Mientras, iré probando esas 10 pautas para evitar la procrastinación, a ver si funcionan.



3 comentarios:

  1. Qué te voy a contar yo sobre esto... Estoy en las mismas que tú.

    Y oye, es curioso, porque a mí también me duele una zona concreta de la cabeza cuando tengo el estrés de tener que hacer algo y no hacerlo. Lo que pasa es que ahora no recuerdo cuál era.

    ResponderEliminar
  2. Pues todo tiene su razón, aunque todo el cerebro está implicado en todos los procesos, siempre hay zonas más específicas y si duelen especialmente ahí, pues es un dato curioso e importante...

    Tú que eres un procrastinador como yo, ¿has leído los artículos de Carlos Arroyo? No sé si te pasa lo mismo que a mi, pero yo me he sentido incluso atacada.

    ¡Gracias por pasarte! Estoy pensando en seguir con el tema, porque he encontrado vídeos curiosos y pensaba hablar sobre las pautas que hay en todos lados para vencerla y si me han funcionado o no (porque muchas ya las había intentado antes sin saber nada de todo eso)

    :)

    ResponderEliminar
  3. hola, que tal? He leído tu comentario, respuesta del que te escribí el otro día. La verdad es que me gustaría tener un blog con más entradas, pero últimamente he andado un poco ocupado. Quería dedicarle, más adelante, otra entrada a la gente del Cáucaso, tal vez sobre la mitología anterior al islam y el cristianismo. La verdad es que no sabría decir el por qué del interés por una gente, en teoría, tan alejada -realmente, al menos geográficamente, n tanto- de los españoles. Quizá por eso mismo. En alguna ocasión leí la palabra "circasiano", sobretodo en femenino, cuando se hablaba de Siria o Turquía, pero siempre como gente originaria de otro lugar, y me sonó muy misterioso, muy exótico. Y ahora, internet te permite averiguar muchas cosas. Estoy leyendo tu blog, dentro de lo que me permiten los estudios de turismo -aunque hacía tiempo que acabé los míos de contable; esto es otra "salida profesional", aunque pueda ser una salida a otro país, no sé-, pero ahora tendré más tiempo.
    Yo también agregaré tu blog al mío, si no te importa, porque habrás visto que tengo muy pocos, aunque los iré aumentando.
    Hasta pronto!!

    ResponderEliminar